Iglesia de Santa Maria del Giglio: qué ver
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Si eres un apasionado del arte y la historia, no puedes perderte la visita a la Iglesia de Santa Maria del Giglio, situada en el corazón de Venecia, en el distrito de San Marco. Este lugar de culto católico, también conocido como Santa Maria Zobenigo, es una verdadera joya arquitectónica que abarca siglos de historia y tradición.
Historia
Según fuentes antiguas, la iglesia data del siglo X y fue construida por la familia Iubanico o Giubenico, con contribuciones de otras importantes familias venecianas. Originalmente una iglesia parroquial, sufrió varias reconstrucciones debido a incendios, hasta alcanzar su apariencia actual después de la restauración de 1680. Durante las supresiones napoleónicas, la iglesia tuvo jurisdicción sobre varias sucursales, pero actualmente es rectoral y depende de San Moisè.
Estructura de la Iglesia
La apariencia exterior de la Iglesia de Santa Maria del Giglio está dominada por la majestuosa fachada barroca, obra del arquitecto Giuseppe Sardi da Morcote. La fachada se caracteriza por una serie de nichos con estatuas y relieves, intercalados con columnas jónicas y corintias. En el centro del segundo orden se encuentra la estatua de Antonio Barbaro, atribuida al escultor flamenco Giusto Le Court. La fachada ha sido descrita como un ejemplo de «celebración personalista» de la arquitectura barroca veneciana.
Curiosidad: En la fachada hay seis mapas estilizados en piedra que representan los lugares donde Antonio Barbaro llevó a cabo sus actividades en favor de la República de Venecia.
La Fachada
La erección de la fachada de mármol de la iglesia fue financiada por un legado de 30,000 ducados de Antonio Barbaro. La fachada es considerada una obra maestra del barroco veneciano, con numerosas estatuas y relieves que cuentan la historia de la familia Barbaro. La presencia de Victorias en los pendentives y Atlantes atribuidos a Tommaso Rues le confiere a la fachada una atmósfera única y evocadora.
El Interior
El interior de la iglesia consta de una sola nave, con tres capillas laterales a cada lado. La capilla mayor, cubierta por una bóveda de luneta, alberga dos esculturas que representan la Anunciación. Entre las obras de arte del interior, destaca la pintura Madonna con el Niño y San Juan Bautista de Pieter Paul Rubens, la única pintura del maestro flamenco que se conserva en Venecia.
La Iglesia de Santa Maria del Giglio es un destino imprescindible para cualquiera que desee sumergirse en la historia y el arte venecianos. Descubre las maravillas de esta joya arquitectónica y déjate encantar por su belleza atemporal.